Todo se vuelve frío y los tonos azules se vuelven grises mientras camino por las veredas húmedas, bañadas por un invierno reciente que azota mi mente; mi espacio. Así cuando respiro, mis oídos despiertan al balbuceo inconsciente de la ciudad que aún no quiere dormir junto conmigo y ese compás en mi pie que con soledad me acompaña. Va y viene a su antojo, realmente no podría decir que esta junto a mi.

El cielo nuevamente cambia junto a mis pasos y sigo su juego, sin seguir un rumbo aparente y con pisadas inestables que hacen eco en el concreto.

- En este momento no soy nada -Interrumpí- todo en lo que había creído por estos largos años ahora se desvaneció en medio de mis propias manos, yo... no sé que soy ahora. ¿De donde vengo?

Las miradas rebotaban en mis pupilas, ya no deseaba ver la cara de la gente. La angustia, su espíritu corrompido y los recuerdos que algunas caras me traían de la inocencia de mi juventud, donde a lo menos no era consciente y no estaba contaminado por todos los deseos que ahora me agobian. Ahí era libre de explorar y sentir a las anchas de la vida, el mundo cada momento me invitaba a descubrir,pero ahora, de adulto todo me parecía igual, hora tras hora y los matices de mi propia existencia se mantienen imperturbables.

- A veces pienso en morir, en que todo acabaría luego y adiós al mundo. Pero no, hay cosas que son más dolorosas que la misma muerte.

Como el desamor o el no tener sueños por ejemplo.
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"¿Y por que sonríes al contarme todas estas cosas trágicas?"

¿Donde está la cámara? Quiero mirarla mientras hago estas declaraciones...




n.n

ohhh oooooh oh oh, nanana na naaaa♪ :D