lunes, 26 de abril de 2010

Y para mi próximo truco...

¡Que de este puñado de polvo no haya ningún granito de magia!

¡¿Y para que sirvió el sombrero y el conejito dentro?!
Me quede mirándote entre el tumulto, con tu ternura a cuestas y esa intención de no toparte conmigo ni por milagro. El mago, me decían, siempre sorprendiendo.
Y conté hasta tres esperando que el mundo, y de paso tu estrategia de ignorarme, se durmieran al chasquido de dedos, pero no se detuvo ni el segundero ni tu marcha celeste hacia sus brazos celosos.
Y por eso mi acto de escapismo, con la maleta llena de trucos y la soga al cuello.
“Quédate no más con tu conejito”… pensé camino al escenario.

Y para mi próximo truco, necesito una voluntaria...



Gracias por ofrecerte ( k ).