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Y así de repente, sin haberla pedido, llega la felicidad. Y para serles honesto me sorprende. Me sorprende porque lo que estoy viviendo no necesariamente es lo que haya deseado, lo que verdaderamente busco, lo que soñaba, o lo que hubiese creído que era lo que necesitaba. Es que me está encantando la forma en que reacciono frente a todo lo que me sucede. Quisiera sacar este blogsito para sentirme orgulloso de mí mismo, para darme ese cariño público que no siempre hago, y para dejar plasmado en este espacio (que muchas veces utilizo para darle una mirada retrospectiva a mis vivencias) que el rumbo a donde me dirijo es lo de menos, siempre y cuando siga a mi corazón y le sea fiel a mis deseo de encontrarme. Y es que a veces uno suele vivir sintiendo y se le olvida vivir pensando. Es mucho más fácil reaccionar frente a las emociones que analizar el porqué las tenemos. Me está encantando esta vida que nunca me da lo que quiero pero siempre lo que necesito, y eso siempre se agradece.
Hoy tengo lo mismo que tenía ayer, y antes de ayer, y muchas semanas atrás, inclusive, se podría decir que tengo hasta menos, pero aún así tengo esta genuina sensación de felicidad que inunda mi ser, como si estuviese un paso más cercano de mi verdadero yo...
Créditos especiales para ti, dulce loca. ♥
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